Las Runas
Las runas – Los hechos ciertos relacionado con esta antigua forma de adivinación no son muchos. No sabemos, por ejemplo, ni la fecha ni la localización exacta de su nacimiento en el Continente, pero sabemos que estas señales eran conocidas y usadas en Suecia ya en la Edad del Bronce (1300 a.C.), cuando se utilizaban como abecedario escrito para redactar documentos legales o para escribir poemas y poesía ligados a la deidad del sol; se sabe, ademas, que su ultima aparición fecha en el Medioevo, cuando todavía se usaban en las poblaciones islandesas. 
Antes de que los pueblos Germánicos tuvieran una simple forma de escritura, los signos usados para comunicar eran justo aquellos conocidos y usados por las poblaciones Escandinavas. Estos primeros escritos se llamaban Runas (del gótico Runa que significa “cosa secreta, misterio”).
Muy pronto estos símbolos se utilizaron para predicciones, evocaciones y para sus rituales, y eso hizo crecer su desarrollo y importancia hasta tal punto que se empezaron a grabar en las copas, en los amuletos usados en los rituales, en las armas de batalla de los guerreros y en las proas de los barcos vikingos.
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Y dieron honor, riqueza y grandes reconocimientos a los que sabían interpretar el significado cada vez que era necesario.
Los llamados Maestros de las Runas vikingos y teutones, casi todos mujeres, eran de hecho honrados, festejados, bienvenidos y temidos al mismo tiempo: estos chamanes fueron figuras familiares y habituales en el interior de los círculos tribales. Siempre llevaban encima una bolsita desde donde sacaban bolos irregulares grabados en un lado por las runas y, después que el jefe del clan le hubiese hecho su demanda, ellos extraían las piedras de la bolsa y solo leían el significado de los símbolos que estaban con la cara arriba.
Esta forma de predicción se utilizaba sobretodo en ocasiones de inminentes batallas, cuando los mismos guerreros se hacían grabar en sus armas los signos propiciatorios para la victoria. Por este motivo, entre todos los significados atribuidos a los signos de las runas llegados a nuestros días, el más popular es “librar el guerrero del espíritu”.
Gracias al testimonio del historiador romano Tácito, podemos afirmar que estos símbolos y su forma de lectura e interpretación se conocían en todo el continente europeo, desde el siglo I d.C.
En aquel tiempo las runas acompañaban a los guerreros, a los comerciantes y a los religiosos y debido a su expansión, se incrementó su fama y su conocimiento. Por eso nació la necesidad de crear un alfabeto único, reconocido por todos y , por ese fin, se creó el llamado “Alfabeto Futhark”, compuesto por 24 runas divididas en tres grupos de 8 letras cada uno (según la tradición 8 y 3 son números con poderes y potenciales especiales), cada grupo llamado según las principales deidades suecas:
– FREYR | que incluye Fehu, Uruz, Thorisaz, Ansuz, Raido, Kano, Ghebo, Wunjo.
– HAGAL | que incluye Hagalaz, Nauthiz, Isa, Jera, Eihwaz, Perth, Algiz, Sowulo.
– TYR | que incluye Teiwaz, Berkana, Ehwaz, Mannaz, Laguz, Inguz, Othila, Dagaz.
Después los anglosajones cambiaron el numero de las letras a 33, introduciendo ademas la Runa Mística, representación de lo desconocido, de lo ignoto de lo divino, en la cual no está grabado ningún emblema.
El lema que acompaña la lectura de las runas es el mismo que el Oráculo de Delfi: “ Conocete a ti mismo”. La lectura de las runas, hoy, representa una guía, un recurso: nos ponen en contacto con la parte inconsciente de nuestro Ser, que sabe todo de nosotros y que conoce lo que es mejor para nosotros en cada instante de nuestra vida.
Ellas nos permiten superar las restricciones de la razón, librando nuestra energía interior y dejando salir a la luz la sabiduría que nuestro subconsciente encierra. Por eso, cada vez que contactamos con nuestro Yo gracias a las Runas, notamos una fuerza actuando desde dentro.
Las Runas y su lectura proporcionan una guía hacia el conocimiento de nuestro Yo interior para profundizar lo más intimo que tenemos.
Ellas no predicen el futuro, pero dirigen nuestra atención hacia nuestras capacidades inconscientes y nos indican como utilizarlas mejor según el momento que estamos viviendo. Son un puente hacia nuestra parte más instintiva e irracional, un espejo a través del cual logramos ver nuestra psique.
Nota Importante:
Las Runas pequeñas que encontramos en la web están asociadas al signo del zodiaco gracias a la interpretación hecha por el antropólogo Bobo Otera, que las ha asociadas a un signo según su significado.
Está bien aclarar, por no incurrir en errores semánticos, que se trata de una interpretación hecha para acercarnos a los símbolos de las runas en modo simple y fácilmente decodificado.